miércoles, 21 de abril de 2010

Atribución causal


La conducta motivada no sólo depende de la expectativa de alcanzar una meta (probabilidades de éxito) y del valor que se le asigne al posible resultado conseguido, sino también de las razones a las que el individuo atribuye el éxito o el fracaso en su consecución.

Hemos elaborado distintos ejemplos, siguiendo el esquema de la “Teoría de las atribuciones” impartido en clase de Psicología de la Educación para entender con más claridad este concepto.

Miguel es un niño de primer curso de Primaria con un mal rendimiento académico generalizado. En estos momentos, sus padres se están separando.

Análisis: causa externa controlable inestable. El niño puede llegar por sí solo o con ayuda a controlar que dicha circunstancia no le influye en su rendimiento.

Lara es una niña de segundo curso de Primaria con un mal rendimiento académico generalizado. No muestra inquietud alguna y, por lo tanto, no estudia y no prepara las tareas en casa.

Análisis: causa interna controlable estable. La niña tiene capacidad, pero no se esfuerza en mejorar su rendimiento. Del mismo modo, no halla motivación en ninguna de sus materias.

Alberto es un niño de primer curso de Primaria con mal rendimiento académico de forma generalizada porque nadie ejerce ningún control sobre él en su entorno familiar.

Análisis: causa externa no controlable estable. El niño tiene capacidad, pero no se la he transmitido en el entorno familiar el valor y la importancia de la educación. Por otra parte, llega tarde, no hace las tareas y sus padres no tienen asumido su papel de autoridad y por tanto, el niño carece de límites.

María es una niña de segundo curso de Primaria con un mal rendimiento académico generalizado por una baja autoestima.

Análisis: causa interna controlable e inestable. Tiene capacidad, pero no se siente capaz.

Rubén es un niño de primer curso de Primaria con un buen rendimiento académico, de forma generalizada. Su entorno familiar es favorable (padres universitarios y preocupados por la educación de sus hijos).

Análisis: causa externa controlable estable. Los padres valoran muy positivamente el esfuerzo y le animan. Por otra parte, el niño se esfuerza en la ejecución de sus tareas (causa interna controlable estable).

Félix es un niño de segundo curso de Primaria con un buen rendimiento académico, menos en matemáticas.

Análisis: causa externa controlable inestable. El profesor no consigue explicar adecuadamente ni motivar a sus alumnos.

Lucía es una niña de segundo curso de Primaria con un rendimiento académico intermedio, si bien sobresale en ciencias.

Análisis: causa interna no controlable estable. Posee una capacidad innata superior para las ciencias, además de que siente una predisposición y curiosidad hacia esta materia. Esto, a su vez, general una especial motivación en estas asignaturas.

Azucena es una niña de tercer curso de Primaria. Tiene un buen rendimiento académico, pero ha suspendido un examen.

Análisis: causa externa no controlable inestable. Rendimiento bajo por culpa de su hermano pequeño que llora mucho de noche y no la ha dejado dormir.

José Luis es un niño de segundo curso de Primaria con un buen rendimiento académico, pero ha suspendido un examen.

Análisis: causa interna no controlable inestable. José Luis es un buen alumno, pero se ha visto aquejado por gripe esa semana y no ha podido realizar sus tareas escolares.

1 comentario:

  1. HOla,
    Tened en cuenta que la teoría de las atribuciones está analizando las causas que uno mismo da a sus éxitos y fracasos. Por tanto, no tiene por qué ser la causa 'objetiva' sino la que para uno mismo explica la situación. En algunos ejemplos parece que buscáis más esa causa objetiva.
    Por ejemplo, el niño, el padre, la madre, la maestra o el maestro pueden dar explicaciones diferentes a una misma situación. Pero la explicación que cada uno dé a la situación le hará obrar en consecuencia.
    Un saludo,
    Ana Belén

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