martes, 11 de mayo de 2010

Métodos eficaces para desarrollar la inteligencia


Como hemos visto en clase, la inteligencia evoluciona y se desarrolla. He encontrado un artículo muy interesante del portal Terra donde explica de forma muy divulgativa y accesible las distintas etapas de los niños de 0 a cinco años y cómo se puede desarrollar su inteligencia fomentando un ambiente favorable. Por otra parte, en el portal “Inteligencia emocional”, podréis encontrar una información muy completa sobre este asunto, así como la motivación en el aprendizaje.

http://mujer.terra.es/muj/articulo/html/mu26518.htm
http://www.inteligencia-emocional.org/


Lourdes García Pinel.

Magisterio. 1º. Educación Infantil.

jueves, 6 de mayo de 2010

¿SE DESARROLLA LA INTELIGENCIA?


La inteligencia es un conjunto de capacidades y habilidades que abarcan distintos ámbitos y aspectos (lógico-matemático, lingüístico, musical, emocional…) que se pueden desarrollar, fomentar o potenciar, desde distintos procedimientos (constructivistas, conductistas…).
Así mismo, influye decisivamente el contexto (social-económico, familiar…), estímulos (internos y externos) y la formación a la que tenga acceso el individuo (reglada, no reglada).
Desde nuestro punto de vista, una de las grandes carencias que ha sufrido el concepto de la “inteligencia” es, que no se ha tenido en cuenta aspectos fundamentales como la capacidad creativa y emocional del individuo (Inteligencia emocional).
No obstante, en los últimos años ha habido numerosas corrientes que han tenido en cuenta el estudio de la Inteligencia emocional. Así, creemos que este es un aspecto fundamental que debemos potenciar como maestras de Educación Infantil, ya que es una etapa vital en su desarrollo.
Sin embargo, una de las grandes dificultades a la que nos enfrentamos como maestras en este sentido, es la carencia de recursos suficientes y la cantidad de alumnado (25 alumnos aproximadamente) que hay que asumir, por lo que no resulta fácil individualizar lo suficiente y captar las distintas capacidades de nuestros alumnos.
No obstante, este precisamente, puede suponer uno de nuestros principales retos.

lunes, 3 de mayo de 2010

Motivación para el aprendizaje


Hemos realizado el test de motivación para el aprendizaje en nuestro aula y el índice que más alto se muestra en el alumnado es la gran capacidad de trabajo y rendimiento. Esta motivación fundamental de obtener los mejores resultados y la necesidad de rendimiento definen cómo las mejores estrategias para gestionarla son la distribución del tiempo disponible y la organización de los recursos con los que contamos. Partimos de esta base, pero es necesario también señalar un alto grado de ambición, que bien gestionada no es un dato negativo sino más bien al contrario. Casi en el mismo promedio, tenemos muestras de un alto grado de ansiedad tanto inhibidora como facilitadora del aprendizaje. Por último, y también al mismo nivel, por debajo de los indicadores anteriores, observamos los índices de motivación intrínseca y vagancia.
Teniendo en cuenta que desde una concepción conductista del aprendizaje, la fuente de motivación se considera externa o extrínseca, y desde un plano cognitivo interna o intrínseca y valorando el resultado de nuestro test, podemos determinar la necesidad de intentar que nuestros alumnos consigan encontrar la motivación para el aprendizaje dentro de ellos mismos. Así, utilizando técnicas desde el conductismo podemos asegurarnos buenos resultados, pero no valoramos tanto la consecución de los mismos como la importancia de que los alumnos alcancen un alto grado de interés y motivación dentro de sí mismos y elaboren su propio aprendizaje de modo que éste resulte significativo. No en vano, es un hecho que los alumnos con más motivación intrínseca utilizan estrategias cognitivas que facilitan ese aprendizaje significativo.
Debemos atender también al alto grado de ansiedad que arroja el resultado del test, tanto inhibidora del rendimiento como facilitadora del mismo. Ausubel defiende que la ansiedad elevada facilita el aprendizaje mecánico y las clases más fáciles de aprendizaje significativo. Dado que ambos valores son prácticamente idénticos en nuestro grupo, podemos determinar que llegan a equilibrarse entre ellos. No obstante, sería interesante en esta línea desarrollar dinámicas que ayuden a disminuir el nivel de ansiedad y favorezcan un clima distendido en el aula. Así, técnicas como el trabajo en grupo que favorece la interacción entre iguales, las dinámicas participativas en las que todos se convierten en protagonistas serán de una gran ayuda.

miércoles, 21 de abril de 2010

Atribución causal


La conducta motivada no sólo depende de la expectativa de alcanzar una meta (probabilidades de éxito) y del valor que se le asigne al posible resultado conseguido, sino también de las razones a las que el individuo atribuye el éxito o el fracaso en su consecución.

Hemos elaborado distintos ejemplos, siguiendo el esquema de la “Teoría de las atribuciones” impartido en clase de Psicología de la Educación para entender con más claridad este concepto.

Miguel es un niño de primer curso de Primaria con un mal rendimiento académico generalizado. En estos momentos, sus padres se están separando.

Análisis: causa externa controlable inestable. El niño puede llegar por sí solo o con ayuda a controlar que dicha circunstancia no le influye en su rendimiento.

Lara es una niña de segundo curso de Primaria con un mal rendimiento académico generalizado. No muestra inquietud alguna y, por lo tanto, no estudia y no prepara las tareas en casa.

Análisis: causa interna controlable estable. La niña tiene capacidad, pero no se esfuerza en mejorar su rendimiento. Del mismo modo, no halla motivación en ninguna de sus materias.

Alberto es un niño de primer curso de Primaria con mal rendimiento académico de forma generalizada porque nadie ejerce ningún control sobre él en su entorno familiar.

Análisis: causa externa no controlable estable. El niño tiene capacidad, pero no se la he transmitido en el entorno familiar el valor y la importancia de la educación. Por otra parte, llega tarde, no hace las tareas y sus padres no tienen asumido su papel de autoridad y por tanto, el niño carece de límites.

María es una niña de segundo curso de Primaria con un mal rendimiento académico generalizado por una baja autoestima.

Análisis: causa interna controlable e inestable. Tiene capacidad, pero no se siente capaz.

Rubén es un niño de primer curso de Primaria con un buen rendimiento académico, de forma generalizada. Su entorno familiar es favorable (padres universitarios y preocupados por la educación de sus hijos).

Análisis: causa externa controlable estable. Los padres valoran muy positivamente el esfuerzo y le animan. Por otra parte, el niño se esfuerza en la ejecución de sus tareas (causa interna controlable estable).

Félix es un niño de segundo curso de Primaria con un buen rendimiento académico, menos en matemáticas.

Análisis: causa externa controlable inestable. El profesor no consigue explicar adecuadamente ni motivar a sus alumnos.

Lucía es una niña de segundo curso de Primaria con un rendimiento académico intermedio, si bien sobresale en ciencias.

Análisis: causa interna no controlable estable. Posee una capacidad innata superior para las ciencias, además de que siente una predisposición y curiosidad hacia esta materia. Esto, a su vez, general una especial motivación en estas asignaturas.

Azucena es una niña de tercer curso de Primaria. Tiene un buen rendimiento académico, pero ha suspendido un examen.

Análisis: causa externa no controlable inestable. Rendimiento bajo por culpa de su hermano pequeño que llora mucho de noche y no la ha dejado dormir.

José Luis es un niño de segundo curso de Primaria con un buen rendimiento académico, pero ha suspendido un examen.

Análisis: causa interna no controlable inestable. José Luis es un buen alumno, pero se ha visto aquejado por gripe esa semana y no ha podido realizar sus tareas escolares.

martes, 20 de abril de 2010

Ana Teberosky: aplicación constructivista en la enseñanza de la lectura y la escritura




Ana Teborosky Coronado es especialista e investigadora en temas de lectura y escritura desde un punto de vista constructivista. De hecho, ha realizado investigaciones junto con Emilia Ferreiro, que están aplicando e investigando distintos docentes. En Cataluña (donde ella reside desde hace casi 30 años, es originaria de Argentina) se han interesado especialmente por sus teorías. Ferreiro y Teborosky explican los procesos y las maneras mediante las cuales los niños aprenden a leer y escribir tomando como punto de partida la construcción del conocimiento a partir del sujeto cognoscente y del objeto a conocer.
Sus investigaciones dejan claro que lo que lleva al niño a la reconstrucción del código lingüístico no es una serie de tareas, ejercicios repetitivos o el conocimiento de las letras una por una y de las sílabas, sino que es una comprensión de las reglas que componen la lengua como un sistema estable que representa un significado.
Las autoras sostienen que el niño, muy precozmente, trata activamente de comprender las informaciones escritas que recibe de su entorno y va construyendo hipótesis acerca de la naturaleza de la escritura, las cuales son trabajadas a través de la construcción de principios organizadores, y no solo de vivencias externas sino que también por un proceso interno.
Ferreiro y Teberosky han realizado numerosas investigaciones en las cuales analizaron la manera en que los niños iban construyendo y apropiándose de los conocimientos de la lengua escrita a partir de:
-La identificación de los procesos cognitivos subyacentes a la adquisición de la escritura (nociones y funciones de pensamiento)
-La comprensión de la naturaleza de las hipótesis infantiles
el descubrimiento del tipo de conocimientos específicos que posee el niño al iniciar el aprendizaje escolar.
Desde esta perspectiva los niveles estructurales del lenguaje escrito pueden explicar las diferencias individuales y los diferentes ritmos de los alumnos.Algunas estrategias y actividades para formar lectores y escritores, pueden ser los siguientes:

– Reconocimiento de datos de identificación.

– Reconocimiento de las partes.

– Reconocimiento de la estructura del contenido.

– Utilización de las tablas de contenido y los índices.

– Consulta de bibliografías.– Presentación de libros.

– Comentarios verbales sobre los libros.

– Lecturas predilectas.

– El correo escolar.

– Selección de los mejores libros.

– Propaganda a los libros.

– Elaboración de listas de libros recomendados.

– Organización de una exposición de libros.

– Rueda de la lectura.

– Clubes o círculos de lectura.

– Elaboración del “diario de lectura”.

– Elaboración de un libro.

– Encuentros con autores.

– Presentación de la biblioteca.

– Uso del catálogo o fichero de la biblioteca.

– Propaganda sobre las actividades y servicios de la biblioteca.

– Préstamo de libros a domicilio.

– Sesiones de lectura silenciosa sostenida.

– Narración o lectura de materiales en el hogar.

Me han parecido muy interesante las investigaciones por lo que adjunto dos documentos donde se explica en mayor profundidad y lo que es más interesante, su aplicación en Cataluña y en Chile. También adjunto un artículo de la misma Teborosky.

Artículo de Ana Teborosky:
http://almez.pntic.mec.es/~lcavero/constructivismo.htm

http://www.quadernsdigitals.net/datos_web/hemeroteca/r_3/nr_38/a_610/610.html

http://enlacesarecursoseducativos.wikispaces.com/file/view/Etapas+de+lecto+escritura.pdf



Lourdes García Pinel.
Magisterio. Especialidad Infantil. 1º.

jueves, 15 de abril de 2010

EL APRENDIZAJE DESDE UNA PERSPECTICA COGNITIVA

La percepción es la base de todos los procesos cognitivos y constituye la principal puerta de entrada de la información que los individuos necesitan para dirigir y realizar su conducta.
Existen dos teorías sobre cómo los seres humanos obtienen la información de su medio ambiente: el de la percepción directa u objetiva y el de la percepción indirecta o subjetiva.
Según el enfoque de la percepción directa, obtenemos directamente la información del medio ambiente sin necesidad de interpretación alguna.
Según el enfoque de la percepción indirecta, los sentidos se limitan a suministrar al cerebro sensaciones que luego éste reconstruye basándose en la experiencia pasada.
Por tanto, se concluye que la percepción es un proceso de conocimiento del mundo que nos rodea que depende, por un lado, de los estímulos o información sensorial y por otro, de nuestras experiencias anteriores, motivaciones y del conocimiento almacenado que poseemos sobre dichos estímulos.
Según Gibson el conocimiento del mundo lo adquieren los organismos operando sobre el ambiente y, de este modo, aprender a captar sus características. El aprendizaje perceptivo consiste en un incremento de la habilidad de los organismos para detectar los rasgos distintivos de los estímulos y poder así diferenciarlos de otros similares. Percibir mejor no es sumar más, sino discriminar más.
La atención es un proceso de orientación selectivo hacia unos determinados estímulos en función del cual nuestra percepción de ellos se hace clara y distinta. Existen dos modelos de atención, la sostenida que es la que se mantiene el tiempo suficiente para realizar una actividad y la selectiva la que consiste en centrarse en un estímulo frente a otros.
Según Piaget el aprendizaje es un proceso de reorganización cognitiva que depende de la estimulación externa y del desarrollo y está favorecido por las relaciones sociales que introducen contradicciones. Hay dos tipos de aprendizaje, en el sentido estricto, es la adquisición de conocimientos nuevos a partir de la experiencia (contenidos de conocimiento), y en el sentido amplio, es la adquisición de instrumentos de conocimientos (competencias cognitivas).

El Proceso de memorización
La memoria es un proceso cognitivo que permite codificar, almacenar y recuperar información. No sólo almacena sino el proceso permite archivar y recuperar la información.
Las estrategias para mejorar la memoria son:
- Estudio espaciado.
- Repetición activa: por repetición se tienen conexionados distintos temas. De esta manera tenemos la capacidad de poder relacionar mejor las ideas.
- Codificar asociaciones bien organizadas.
- Estrategias mnemotécnicas.
- Volver a los contextos (recordar una cadena de historias hasta llegar al recuerdo que queremos recuperar)
- Autocontrol y repaso. Con el autocontrol decides a lo que quieres prestar atención y a lo que no.

Relaciones entre aprendizaje y desarrollo y la zona de desarrollo próximo Para Vygotsky, el aprendizaje es el motor esencial del desarrollo. Se aprende a adaptarse al medio exterior en interacción con el resto de individuos. Esta interacción crea conflictos cognitivos que permiten progresar al individuo. Las interacciones que se transforman en desarrollo son aquellas que se sitúan en la zona de desarrollo próximo. La Z.D.P define las funciones que no han madurado todavía, pero que están en proceso de maduración. La distancia entre dos puntos, llamada, Z.D.P, delimita el margen de incidencia de la acción educativa. Desarrollo, aprendizaje y enseñanza son tres elementos relacionados entre sí, de tal manera que el nivel de desarrollo afectivo condición los posibles aprendizajes que el alumno puede realizar gracias a la enseñanza; ésta a su vez, puede llegar a modificar el nivel de desarrollo afectivo del alumno, para hacerle progresar a través de la Z.D., para ampliarla y para genera eventualmente nuevas Z.D.P. El alumno es quien construye, enriquece, modifica,…sus esquemas; es el verdadero artífice del proceso de aprendizaje; de él depende la construcción del conocimiento. Sin embargo, en el aprendizaje escolar, la actividad constructiva del alumno no aparece como actividad individual sino como parte de la actividad interpersonal que la incluye. Por tanto, Vygotski habla de comprender los procesos mentales de cada individuo y diseñar programas de tratamiento educativo tendentes a desarrollar al máximo el potencial de cada niño y construir instrumentos de evaluación psicológica dirigidos a mediar el nivel de desarrollo potencial. Las ideas respecto al aprendizaje situado y respecto a la enseñanza en la Z.D.P tienden a agruparse alrededor de las ideas:
- Idea de andamiaje: formas de apoyo proporcionados por el profesor u otros estudiantes para ayudar a los alumnos a progresar desde sus capacidades actuales hacia el objetivo pretendido.
- Transferencia gradual de la responsabilidad: al principio el profesor asume la mayor parte de la responsabilidad y poco a poco el alumno va regulando su propio aprendizaje hasta lograr llevarlo a cabo de manera independiente y autorregulada.



Aprendizaje verbal significativo: Ausubel
Este autor hace una distinción entre dos tipos de aprendizajes: el receptivo y el aprendizaje por descubrimientos. Para él, la principal fuente de conocimiento es el aprendizaje verbal significativo que tiene dos características:
- Que el contenido se relaciona con los conocimientos previos del alumno.
- Que el que aprende, dote de significado propio a los contenidos que asimila.

El conceptualismo instrumental de J. Bruner
Para Bruner el aprendizaje es un instrumento mental del hombre que tiene lugar mediante un triple proceso: la adquisición, la transformación y la evaluación de la información.
La teoría fundamental de este autor se denomina aprendizaje por descubrimiento. Los elementos fundamentales son:
1. Estructura: ideas cognoscitivas fundamentales relacionadas entre sí mediante los esquemas del conocimientos en la materia.
2. Inducción: supone un acercamiento a los conceptos de la materia a través del contacto cognitivo con ejemplos específicos.
3. Concepto o estructura básica de la materia que se efectúa por generalización a partir de la comparación y la ordenación de conocimientos similares.
4. Sistema de codificación o relación de conceptos entre sí con el fin de proceder a ordenar los conceptos y poder ir más allá de la información de partida.
5. Estructura óptima o partes fundamentales de la materia, excluyendo detalles superfluos.
6. Atisbos, aplicación de la capacidad de intuición de los sujetos realizada con suposiciones e hipótesis a configurar posteriormente.
7. Currículum es espiral, presentación de los conocimientos básicos de forma sencilla y gradualmente de forma más compleja para ayudar al sujeto a descubrir relaciones y formas sistemas de codificación.
La estructura de la mente está compuesta por dos tipos de pensamiento: el narrativo y el paradigmático. La nueva perspectiva burneriana conjuga los dos modos de pensamientos en un único aprendizaje constructivista al que llega por influencia de Vygotsky.
Para Bruner, el aprendizaje constructivista es una toma de posición intencionada, a la que se llega en un continuo intercambio, en el acto de aprender con otros alumnos y con el profesor en un acuerdo o conocimiento compartido que es incorporado en una representación del mundo que el alumno se va construyendo de tal manera que se origina un proceso de internalización.



Principales características de la visión constructivista del aprendizaje
El constructivismo es una concepción epistemológica que sostiene la capacidad creativa del ser humano en la adquisición del conocimiento.
Driver (1986) establece las siguientes características esenciales del aprendizaje constructivista:
1. Lo que hay en el cerebro del que va a aprender tiene importancia( contenidos

2. Encontrar sentido supone establecer relaciones. Los conocimientos que pueden conservarse largo tiempo en la memoria no son hechos aislados, sino muy estructurados e interrelacionados de múltiples formas. Se distingue entre conocimiento declarativo (conocer ‘qué’) y conocimiento procedural (conocer ‘cómo’). El conocimiento humano se describe mejor mediante representaciones de procedimientos.

3. El sujeto que aprende construye activamente el significado. Estudios sobre las formas en que comprendemos un texto sugieren, que interpretamos activamente nuevas experiencias mediante analogías, a partir de estructuras de conocimientos que ya poseemos, lo que a su vez puede modificar dichas estructuras. La perspectiva constructivista sugiere que más que extraer conocimiento de la realidad, dicha realidad sólo existe en la medida en que la construimos. La perspectiva constructivista sugiere que más que extraer conocimiento de la realidad, dicha realidad sólo existe en la medida en que la construimos. De esta concepción activa de construcción de significado se deriva que la comprensión implica la existencia de expectativas y no ser simplemente receptores de la información y que el aprendizaje significativo se da cuando existe un acuerdo entre nuestras experiencias y concepciones.

4. Los estudiantes son responsables de sus propios aprendizajes. Haciendo continuamente sus propias síntesis ordenadas de los conocimientos. Pedagógicamente implica un conjunto de actuaciones del profesor que son las siguientes.


- Identificación y clasificación de las ideas que poseen los alumnos.
- Puesta en cuestión de las ideas que poseen los alumnos a través del uso de los contra ejemplos.
- La invención o introducción de conceptos.
- Proporcionar oportunidades a los alumnos para usar las nuevas ideas.

5. El aprendizaje constructivo se lleva a cabo a partir de la experiencia.
En definitiva, el constructivismo considera al alumno como centro de la enseñanza y como sujeto mentalmente activo en la adquisición del conocimiento, al tiempo que se toma como objetivo prioritario el potenciar sus capacidades de pensamiento y aprendizaje.

Aprender a aprender
Es la capacidad del sujeto de controlar y dirigir sus propios procesos de aprendizaje, que estará facilitado por el contexto social y escolar. Para utilizar esta capacidad se deben analizar los componentes implícitos en toda tarea intelectual: capacidad de comprensión, invención, autodirección y autocrítica.
En relación con cualquiera de estas actividades, es posible llevar a cabo un entrenamiento en un contexto social y educativo. Lo importante no es sólo que aprendan, sino que ‘aprendan a aprender’

El aprendizaje en nuestra futura práctica docente.
El conocimiento de cualquier tipo es un proceso mental del individuo, que se desarrolla de manera interna conforme éste interactúa con su entorno. Consideramos que los alumnos aprenden y se desarrollan en la medida en que pueden construir significados adecuados en torno a los contenidos que configuren el currículo escolar.
Nuestro objetivo será crear un ambiente de aprendizaje donde exista una interacción dinámica entre los instructores, los alumnos y las actividades que provean oportunidades para los alumnos de crear su propia verdad, gracias a la interacción con los otros.
El tipo de aprendizaje que buscamos debe involucrar a los alumnos, de manera que sean ellos mismos quienes interactúen y exploren; además de darles oportunidad de obtener resultados partiendo de la manipulación. Permitiremos que obtengan conocimientos nuevos y los acomoden a los previos, convirtiendo a dichos alumnos en sujetos reflexivos. Las metas que deban alcanzar estarán consensuadas entre el docente y el discente, de tal forma que los alumnos puedan monitorear sus logros. Ayudaremos a que el estudiante sitúe su aprendizaje en situaciones reales, lo cual le preparará para futuros retos. Fomentaremos la interacción entre estudiantes para discutir problemas, aclarar dudas y compartir ideas.
Partiendo de estas premisas optaremos por el aprendizaje constructivista como eje central de nuestra futura metodología y utilizaremos el condicionamiento clásico y operante cuando la ocasión lo requiera.

miércoles, 31 de marzo de 2010

MAPA CONCEPTUAL: APRENDIZAJE SIGNIFICATIVO


El mapa conceptual es una de las herramientas de enseñanza que preconizan los constructivistas más fervientemente dentro del aprendizaje significativo. He encontrado un artículo muy interesante del Profesor Dr. Joseph D. Novak que explica su uso adecuado. Lo encontraréis en el siguiente link: http://www.aprendizajesignificativo.es/mats/El_aprendizaje_significativo_factor_basico_para_el_cambio_conceptual.pdf

Asimismo, he encontrado un libro sobre este tema que nos puede resultar muy interesante, ya que explica en profundidad este método de estudio (con el mapa conceptual). Se titula “El mapa conceptual y el diagrama UVE. Recursos para le enseñanza superior en el siglo XXI. Madrid, Narcea, 2008” (su autor es Fermín María González). El diagrama V se refiere a la UVE que sirve para clasificar los pasos seguidos por nuestra mente hasta llegar a ideas y proposiciones sobre los objetos que estudia. El diagrama V fue introducido por el profesor D. B. Gowin en libro Educating, de 1981, y luego en Learning How to Learn (publicado en español con el título Aprendiendo a aprender, Barcelona, 1988), escrito en colaboración con su colega Joseph Novak, los dos de la Universidad de Cornell (Ithaca, N. Y.), donde el profesor González fue profesor visitante en varias ocasiones. El Mapa conceptual es la ordenación de los distintos aspectos del significado de un concepto, del contexto necesario para entenderlo, y de las ramificaciones del concepto, que abren nuevos caminos a la investigación. En el libro se dan ejemplos muy variados de mapas. El subtítulo hace alusión precisamente a la situación que estamos viviendo con la aprobación definitiva del Plan Bolonia en todas las universidades de España, y por tanto analiza las deficiencias de nuestro sistema educativo.
Lourdes García Pinel.
Magisterio. Educación Infantil, 1º.

martes, 30 de marzo de 2010

Recomendación bibliográfica: ¿qué es la psicología de la educación?


He encontrado un libro que nos puede ser de gran ayuda: “Psicología de la Educación y del Desarrollo en Contextos Escolares”, escrito por Mariá Victoria Trianes Torres y José Antonio Gallardo Cruz. En esta obra se explica las últimas tendencias de la psicología de la educación y del desarrollo y cómo se puede aplicar a la enseñanza. En este link veréis información más detallada, incluso un índice donde se explicita cada uno de los capítulos y su contenido correspondiente.

http://www.espaciologopedico.com/tienda/detalle.php?Id_articulo=3583

Lourdes García Pinel.Magisterio. Educación Infantil, 1º.

La silla de reflexionar


La silla de pensar tiene su origen en el rincón de pensar, donde los niños reflexionaban sobre distintas cuestiones, por lo que no era utilizado como un castigo. He encontrado un interesante artículo que explica el origen de la silla de pensar y del uso que su autor cree que debería concedérsele. Asimismo, he encontrado una monografía muy interesante sobre el condicionamiento operante y su influencia en la psicología actual.

http://www.encuentroeducativo.com/revista/?p=1649

http://www.monografias.com/trabajos11/condoper/condoper.shtml#PROCEDIM
Lourdes García Pinel.
Magisterio. Educación Infantil, 1º.

viernes, 26 de marzo de 2010

¿Cómo aplicar el condicionamiento clásico y operante en el aula?


Para explorar las posibilidades de aplicación del condicionamiento clásico y operante en el aula partimos primero de una definición básica de cada una de estas teorías de aprendizaje:

El condicionamiento clásico consiste en conseguir una respuesta deseada mediante un estímulo que en principio era neutro. Una campana, en principio, no significa que te vayan a traer comida. Pero tras múltiples repeticiones de la prueba en la que al tocar una campana aparece comida se consigue que el simple sonido de la campana haga que el receptor piense que viene comida.

En el aula, sobretodo de infantil, podríamos aplicar el condicionamiento clásico mediante el establecimiento de rutinas que ayuden a disminuir la ansiedad y desorientación que pueden sufrir los niños en un entorno nuevo. Si repetimos siempre la misma secuencia de actividades (al llegar a clase, nos quitamos el abrigo y lo colgamos, nos vamos a la alfombra para empezar la asamblea, nos vamos a las mesas para realizar las fichas, salimos al patio, regresamos al aula a trabajar en rincones, volvemos a la alfombra para comentar el día y lo que hemos aprendido) conseguiremos que al cabo de un tiempo los niños saben exactamente qué actividad van a realizar después. El efecto es doble: eliminamos ansiedad y conseguimos disciplina y orden.

Un ejemplo más cercano al condicionamiento clásico y las pruebas realizadas por Paulov, sería el timbre que anuncia la entrada al colegio, salida al patio, vuelta a las clases, etc. El timbre, que en principio simplemente es un sonido para llamar la atención, pasará a tener significado para los alumnos como el comienzo o fin de actividad.

El condicionamiento operante consiste en reforzar la conducta deseada y castigar la no deseada. Explica el aprendizaje de conductas mediante premios y castigos: refuerzo positivo cuando la conducta es adecuada y refuerzo negativo cuando no lo es. Lo que se pretende es que el niño aprenda las consecuencias de la conducta y que paulatinamente modifique las conductas no deseadas.

Algunos ejemplos de condicionamiento operante que se pueden aplicar en el aula de infantil son:

La silla de pensar: es un ejemplo clásico de condicionamiento operante mediante refuerzo negativo. Cuando el niño no se está comportando adecuadamente, se le retira de la actividad que esté realizando y debe ir a la silla de pensar. Deberá pasar un tiempo allí sin hacer nada salvo pensar sobre la conducta negativa. La maestra le permitirá abandonar la silla tras un periodo de reflexión y posterior verbalización por parte del alumno de cuál ha sido el comportamiento inadecuado. Si el alumno simplemente pasara tiempo en la silla y después volviera a la actividad (sin reflexión) se trataría de un castigo.

El reconocimiento social grupal: observamos el comportamiento de cada grupo de la clase en una variable (por ejemplo, no hablan entre ellos mientras la profesora explica la ficha) y cada día elegimos al grupo que menos veces ha incumplido la norma. Al final de la semana, premiamos con un diploma a todos los miembros del grupo que más puntos ha sacado. La conducta que queremos es el respeto cuando otros hablan y lo conseguiremos mediante el refuerzo positivo de aquellos que lo cumplen. Se trata de una versión reducida de una economía de fichas.

El reconocimiento del trabajo individual: reforzamos positivamente el trabajo bien realizado dibujando una carita sonriente y negativamente el trabajo mejorable dibujando una carita triste.

Existen otros ejemplos de terapias de modificación de conducta basadas en el condicionamiento operante, como el contrato de contingencias, aplicable quizá en los últimos ciclos de primaria y en secundaria. Creemos que este tipo de terapia es de difícil aplicación en infantil ya que implica una mayor comprensión de la dinámica de causa-efecto de la conducta.

miércoles, 3 de marzo de 2010

Los maestros nos convertimos en psicólogos de la educación


¿Cómo podemos aplicar los conocimientos que adquiramos en esta asignatura en nuestra vida profesional? Para llegar a una conclusión más o menos acertada, primero deberemos entender cuál es la naturaleza del término en primera instancia. Según César Coll, la psicología intenta explicar el comportamiento y los cambios del comportamiento humano. Así, los psicólogos de la educación estudian aquellos cambios que parecen vinculados al hecho de que las personas participemos en actividades que calificamos de educativas. Así, las funciones del psicólogo son las siguientes:


-Orientación, asesoramiento profesional y vocacional.
-Intervención preventiva en el entorno educativo con la introducción de modificaciones del entorno educativo y social que eviten la aparición o atenúen las alteraciones en el desarrollo madurativo, educativo y social.
-Intervención en la mejora del acto educativo.
-Formación y asesoramiento familiar.
-Intervención socioeducativa.
-Investigación y docencia.

Éstas son grosso modo las actuaciones de un psicólogo en el entorno educativo, pero, ¿cómo podemos aplicar nuestros conocimientos de psicología los maestros? ¿Y cuál debe ser nuestra relación profesional con los psicólogos del centro de enseñanza donde trabajemos?
En un principio, creemos que si poseemos una base de conocimiento, entenderemos mejor las reacciones de nuestros alumnos, podremos detectar problemas y podremos discriminar las situaciones en las que consideremos que necesitamos apoyo o asesoramiento del psicólogo del centro. Por otra parte, si partimos de nuestro conocimiento de ese comportamiento (y, por tanto, desarrollamos capacidad de análisis en términos de psicología), seremos capaces de aplicarlo a la educación de una forma práctica o a situaciones de aprendizaje para su mejora. En este caso, también sería interesante, intercambiar ideas con otros maestros del centro y con el psicopedagogo para enriquecer nuestra postura.
Esta materia también nos puede ser útil para reconocer trastornos de aprendizaje y/o patológicos. En ese caso, nuestra función se centraría en la detección y de apoyo a su posterior tratamiento.
Asimismo, podemos desarrollar técnicas de motivación desde la psique misma del niño, mejorar nuestra metodología de enseñanza, y todo ello enmarcado dentro del contexto del niño.
Otro de los aspectos en los que nos puede ayudar el conocimiento de la psicología de la educación en la enseñanza es en el desarrollo del pensamiento crítico y reflexivo de nuestros alumnos, además de potenciar el aprendizaje significativo. En Infantil, podríamos abordarlo a través de los sentidos y del conocimiento de los procesos de aprendizaje desde el punto de vista conductivista y cognoscitivo.
Creemos que nuestra actitud ante la psicología de la educación debe ser receptiva y abierta. Este conocimiento puede ser una herramienta útil, si bien hay que huir del dogmatismo y el sectarismo. Ninguna disciplina tiene las respuestas a todas la preguntas ni la certeza absoluta de nada.

martes, 2 de marzo de 2010

La Educación en España: ¿problema o solución?



Preámbulo:
La situación actual del sistema educativo en España merece, desde nuestro punto de vista, un análisis de fondo, que debe ir más allá de un discurso vago y vacío inundado de generalidades. Efectivamente, se han sucedido en un lapso muy corto de tiempo distintas leyes que regulan la Educación en España, que lejos de conseguir los efectos esperados, han inundado el espectro de la formación de una terminología difusa, llena de eufemismos sin una significación demasiado clarificadora. En este contexto, uno de los conceptos que ha irrumpido con relativa fuerza en el panorama educativo ha sido el de “competencias”. César Coll, reconocido investigador en el campo de la Psicología de la Educación, en su artículo “Las competencias en la educación escolar: algo más que una moda y mucho menos que un remedio” examina este fenómeno.

¿Qué son las competencias?
¿Son las competencias una moda más u otra forma de hacer demagogia en un asunto tan relevante como la educación? El autor considera que, lejos de ser “el bálsamo de Fierabrás” aporta un enfoque novedoso en lo que se refiere a “la identificación, selección, caracterización y organización de los aprendizajes escolares”, según sus propias palabras. Alude, por tanto, a lo que debe intentar aprender el alumno y, por tanto, lo que tiene que intentar enseñar el profesorado en los centros educativos. Sin embargo, lo que puede resultar más interesante no es tanto, la acepción utilitarista del término -como mera herramienta “para concretar las intenciones educativas”-, sino en lo que aporta en la manera de entender los aprendizajes que se aspira a promover. Así, pues, citando al autor y de acuerdo con el proyecto DeS-eCo de la OCDE (2002, p.8), el término competencia es definido como sigue:
“... es la capacidad para responder a las exigencias individuales o sociales o para realizar una actividad o una tarea. Cada competencia reposa sobre una combinación de habilidades prácticas y cognitivas interrelacionadas, conocimientos, motivación, valores, actitudes, emociones y otros elementos sociales”. Del mismo modo, la Dirección General de Educación y Cultura de la Comisión Europea añade: “Se considera que el término “competencia” se refiere a una combinación de destrezas, conocimientos, aptitudes y actitudes, y a la inclusión de la disposición para aprender, además del saber cómo. Las competencias clave representan un paquete multifuncional y transferible de conocimientos, destrezas y actitudes que todos los individuos necesitan para su realización y desarrollo personal, inclusión y empleo”.

Saber hacer

Por tanto, el término competencia alude no sólo al conocimiento, sino al saber hacer y al saber utilizar esos conocimientos. Viene a ser algo así como un “ir más allá”, que, en definitiva, lo que aprendamos en el colegio, nos sirva en la vida. Por ejemplo, citando el artículo de Coll: “Ser competente en la lengua materna supone expresar e interpretar conceptos, pensamientos, hechos y opiniones de forma oral y escrita, interactuar lingüísticamente de una manera adecuada y creativa en todos los posibles contextos sociales y culturales, como la educación y la formación, la vida privada y profesional, y el ocio”.
Esta idea, según Coll, no es del todo novedosa, ya que desde el constructivismo ya se abogaba por algo semejante. Sin embargo, uno de los pilares sobre los que debería fundamentarse, desde nuestro punto de vista, el concepto de competencia para que ésta fuera efectiva es el de los valores sociales y el de la inteligencia emocional. Así, esta dimensión funcional (y por tanto prioritaria, y he aquí lo más novedoso del término) está asentada en una especie de Know-how, que le servirá a nuestros alumnos en su vida futura, si bien, creemos que antes de eso, debería estar cimentada sobre el niño mismo, su contexto y sus necesidades. Es esencial que se promuevan valores, inquietudes, autoconocimiento para que el niño y futuro adulto pueda darle un uso más allá del funcional a todos esos conocimientos que ha ido adquiriendo a lo largo de su vida escolar.

Distintos conocimientos, distintas inteligencias
Otro aspecto fundamental y muy interesante de este término es de la puesta en relieve de “la necesaria integración de distintos tipos de conocimientos (habilidades prácticas y cognitivas, conocimientos factuales y conceptúales, motivación, valores, actitudes, emociones, etc.)”. Se puede decir que este apartado del término competencia (o así lo interpretamos nosotras) va en consonancia con lo expuesto anteriormente. Se asume por tanto, la distinta naturaleza psicológica del conocimiento humano. También se asume que la enseñanza debe especificarse en función de estás múltiples naturalezas. Sin embargo, nada dice sobre cómo hacerlo. Nos preguntamos si esto significa que es el maestro el que tiene que personalizar e individualizar la enseñanza a sus alumnos. En ese caso, ¿de qué medios dispone? ¿Existe alguna directriz más? A tenor de los nuevos planes de Bolonia, nos hace sospechar que el término competencia se ha reenfocado de una forma eminentemente utilitarista: las carreras se han convertido en parcelas de enseñanza eminentemente técnicas, cada vez más especializadas y descontextualizadas de conocimiento humano, que por otra parte, se presupone asumido en cursos anteriores (en España Infantil, Primaria y Secundaria).

El contexto
Anteriormente indicábamos nuestra preocupación por el contexto del alumno. El término competencia hace alusión al contexto, sí, pero de uso. “Un enfoque basado en la adquisición y desarrollo de competencias generales destacará probablemente la necesidad de enseñar a los alumnos y alumnas a transferir lo aprendido en una situación concreta a otras situaciones distintas. Los enfoques basados en competencias pondrán más bien el acento en la necesidad de trabajar las competencias cuyo aprendizaje se quiere promover en contextos distintos”, asegura Coll. No desechamos el acierto de este enfoque, si bien consideramos que se debería matizar y puntualizar aún más este contexto, y ante todo, se debería personalizar e individualizar el entorno del alumno, para saber de dónde parte. En este sentido, César Coll, al final de su artículo, se pronuncia del mismo modo: “La definición de los aprendizajes escolares exclusivamente en términos de competencias desgajadas de los contextos socioculturales de adquisición y de uso puede dar lugar a un proceso de homogeneización curricular que acabe ahogando la diversidad”.

Aprender a aprender
Un último aspecto del análisis de este artículo sobre el término competencia radica en la prioridad otorgada a convertir al educando en aprendiz de un aprendiz competente, es decir, en una persona autónoma, capaz de autogestionar su enseñanza.
¿Con este enfoque esto sería posible? ¿Cuál es el papel de los profesionales de la educación en ese caso? No dudamos de las bondades de este término, que gracias al artículo del experto César Coll hemos entendido más claramente, sin embargo, nos asaltan las siguientes dudas:
-¿No es un enfoque demasiado utilitarista?
-¿No debería especificarse ciertos aspectos más y el fundamental es: cómo aplicarlo?
-De esta forma, ¿de verdad conseguiremos que nuestros alumnos, en un futuro, se conviertan en ciudadanos autónomos y autocríticos?
Creemos que, sobre todo, en Educación Infantil es fundamental la observación del niño, cuáles son sus inquietudes. Pero, a lo largo de Primaria y Secundaria no debería olvidarse la observación acompañada del estímulo a través del conocimiento. Como bien dice Coll -y en ese sentido, estamos de acuerdo con él-, “el énfasis en la movilización o aplicación de unos saberes puede llevarnos a hacer olvidar la necesidad de esos saberes, pero lo cierto es que están siempre ahí, incluso cuando no se identifican y no se enuncian de forma explícita”.

El papel del maestro
Al final de artículo, Coll critica la visión utilitarista del término competencia. Nos preguntamos cuál sería nuestro papel en ese sentido. Más allá de este término, ¿cuál es el rol del docente? Desde nuestro punto de vista, el ideal de nuestro trabajo consistiría en estimular al alumno, ayudarle a autoconocerse y por tanto, descubrir cuáles son sus inquietudes, inocularles conocimientos en el contexto del niño, de tal forma, que sepan emplearlos. Pero lo más importante, creemos, es que todos estos conocimientos les sirvan para seguir aprendiendo, para seguir preguntándose a lo largo de todas sus vidas qué les interesa, qué les sigue interesando, qué no les gusta de su entorno y de sí mismos y qué pueden hacer para solucionarlo.

lunes, 22 de febrero de 2010


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