jueves, 6 de mayo de 2010

¿SE DESARROLLA LA INTELIGENCIA?


La inteligencia es un conjunto de capacidades y habilidades que abarcan distintos ámbitos y aspectos (lógico-matemático, lingüístico, musical, emocional…) que se pueden desarrollar, fomentar o potenciar, desde distintos procedimientos (constructivistas, conductistas…).
Así mismo, influye decisivamente el contexto (social-económico, familiar…), estímulos (internos y externos) y la formación a la que tenga acceso el individuo (reglada, no reglada).
Desde nuestro punto de vista, una de las grandes carencias que ha sufrido el concepto de la “inteligencia” es, que no se ha tenido en cuenta aspectos fundamentales como la capacidad creativa y emocional del individuo (Inteligencia emocional).
No obstante, en los últimos años ha habido numerosas corrientes que han tenido en cuenta el estudio de la Inteligencia emocional. Así, creemos que este es un aspecto fundamental que debemos potenciar como maestras de Educación Infantil, ya que es una etapa vital en su desarrollo.
Sin embargo, una de las grandes dificultades a la que nos enfrentamos como maestras en este sentido, es la carencia de recursos suficientes y la cantidad de alumnado (25 alumnos aproximadamente) que hay que asumir, por lo que no resulta fácil individualizar lo suficiente y captar las distintas capacidades de nuestros alumnos.
No obstante, este precisamente, puede suponer uno de nuestros principales retos.

lunes, 3 de mayo de 2010

Motivación para el aprendizaje


Hemos realizado el test de motivación para el aprendizaje en nuestro aula y el índice que más alto se muestra en el alumnado es la gran capacidad de trabajo y rendimiento. Esta motivación fundamental de obtener los mejores resultados y la necesidad de rendimiento definen cómo las mejores estrategias para gestionarla son la distribución del tiempo disponible y la organización de los recursos con los que contamos. Partimos de esta base, pero es necesario también señalar un alto grado de ambición, que bien gestionada no es un dato negativo sino más bien al contrario. Casi en el mismo promedio, tenemos muestras de un alto grado de ansiedad tanto inhibidora como facilitadora del aprendizaje. Por último, y también al mismo nivel, por debajo de los indicadores anteriores, observamos los índices de motivación intrínseca y vagancia.
Teniendo en cuenta que desde una concepción conductista del aprendizaje, la fuente de motivación se considera externa o extrínseca, y desde un plano cognitivo interna o intrínseca y valorando el resultado de nuestro test, podemos determinar la necesidad de intentar que nuestros alumnos consigan encontrar la motivación para el aprendizaje dentro de ellos mismos. Así, utilizando técnicas desde el conductismo podemos asegurarnos buenos resultados, pero no valoramos tanto la consecución de los mismos como la importancia de que los alumnos alcancen un alto grado de interés y motivación dentro de sí mismos y elaboren su propio aprendizaje de modo que éste resulte significativo. No en vano, es un hecho que los alumnos con más motivación intrínseca utilizan estrategias cognitivas que facilitan ese aprendizaje significativo.
Debemos atender también al alto grado de ansiedad que arroja el resultado del test, tanto inhibidora del rendimiento como facilitadora del mismo. Ausubel defiende que la ansiedad elevada facilita el aprendizaje mecánico y las clases más fáciles de aprendizaje significativo. Dado que ambos valores son prácticamente idénticos en nuestro grupo, podemos determinar que llegan a equilibrarse entre ellos. No obstante, sería interesante en esta línea desarrollar dinámicas que ayuden a disminuir el nivel de ansiedad y favorezcan un clima distendido en el aula. Así, técnicas como el trabajo en grupo que favorece la interacción entre iguales, las dinámicas participativas en las que todos se convierten en protagonistas serán de una gran ayuda.